La gratitud fue mi antÃdoto para dejar atrás la infelicidad y me permitió conectarme con el presente, cuando podemos hacer cambios. La emoción del pasado es la culpa o la melancolÃa de lo que tuvimos, lo que podrÃa haber sido o lo que fue. La del futuro es la angustia o incertidumbre por lo que vendrá. Por eso el presente recibe el nombre de regalo: amar aunque no haya garantÃas; entregar sin esperar recibir; sembrar sin saber si recogeremos la cosecha; practicar la gratitud y disfrutar la dicha. Sabernos merecedoras y suficientes.
A continuación, les dejo un formato PDF descargable en la imagen, que les puede ayudar en el proceso.



 
 
 
 
 
 
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